Algunas mochilas no volverán el curso que viene a servir de almohada para cabezas cansadas (aunque atentas)
Esas mochilas comienzan sus vacaciones y tendrán un nuevo destino.
Durante días me he preguntado por las páginas de los libros que había en esas mochilas, en lo blanditos que serían, en lo suaves...
Con qué gusto reposaban algunas cabezas en esas mochilas a primera hora de la mañana...
¿Y esas cabezas? ¿qué pasaría por esas cabezas?
¿Qué estarían soñando?
A algunas de esas mochilas las echaré de menos...
Espero que sirvan, a partir de ahora, para llenarlas de otras cosas que sean más útiles de lo que lo fueron los libros.
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