Ayer recibí esta carta de un antiguo alumno al que me une un gran cariño. Conforme la iba leyendo me iba encogiendo... me pareció que lo que me decía lo debía compartir con más personas... que no debía quedarse en un correo privado porque es una opinión sincera de un alumno que trabaja con gran voluntad y que se entusiasma con lo que le ofrecemos en clase (doy fe de ello).
Compañeros ¿Qué nos está pasando?
¿qué les pedimos a nuestros alumnos? ¿qué les estamos dando?
Por supuesto le he pedido permiso para publicarla. Espero que os ayude a entender a los que están "en el otro lado".
Una vez más, la gran lección la recibo yo de mis propios alumnos.
Y esto se lo dedico a J.A.M. para que vaya haciendo boca...
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