He hablado estos días con alguien sobre la influencia del tiempo en los resultados que uno ve al cabo de la jornada y cómo esa valoración nos deja insatisfechos y nos genera una exigencia de la que nos hacemos responsables como docentes.
¿Realmente tenemos tiempo para sacar lo mejor de cada uno de nosotros?
¿Se puede ser creativo en la hora de clase que nos dejan para trabajar unos horarios impuestos?
He podido experimentar que la clave de nuestro trabajo es el tiempo que tenemos para desplegar las alas y también, no lo puedo pasar por alto, el número.
¿Será lo mismo 7 que 27?
Dedicado a mi compañera E. P. G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario