"Más flexibles, más felices"
De todo, yo me quedo con el cuentecillo"El roble y la caña"
Había un roble en la orilla de un río. A los pies del roble crecía una caña.
Todos los días, el roble reprendía a la caña por doblarse a un lado y a otro según soplara el viento.
"Mírame a mí, cañita", decía el roble. "Observa cómo no me doblego ante nadie,
porque soy un roble y soy fuerte". La caña no decía nada; no valía la pena.
Una noche hubo una tormenta terrible y el viento sopló ferozmente,
con mucha más fuerza que de costumbre.
Al amanecer, el roble estaba partido en dos,
pero la cañita seguía en pie, meciéndose bajo la luz del sol.
"Ser flexible con los demás no significa ser sumisos ni doblegarnos. Significa, de entrada, respetarnos. Y a partir de aquí, a veces, llegar a entendernos."
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