A veces creemos lo que dicen los demás sobre nosotros mismos.
Sus opiniones a cerca de cómo nos ven pueden convencernos de que realmente somos así.
A veces creemos lo que decimos de nosotros mismos.
Y es la opinión que tenemos de nosotros mismos la que, definitivamente, nos convence de que somos lo que pensamos que somos.
Esto resulta muy enrevesado. Para entenderlo, tal vez conviene releerlo o quizá tengamos que plantearnos nuestro propio pensamiento y el poder que ejerce sobre nosotros.
¿Qué papel tiene nuestro cerebro en todo esto que pensamos?
A veces, nuestros pensamientos construyen los muros que nos impiden lograr lo que de verdad deseamos.
Si pensamos que no podemos, no podremos.
Si pensamos que podemos lograrlo, nos pondremos en marcha.
¿A quien le daremos el poder de nuestras vidas al pensamiento o al deseo?
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