Llevo días observando cómo se mueven las personas... muchos días.
A veces son movimientos bruscos hacia las cosas que provocan ira o impotencia o quizá inmadurez. Es el movimiento que hace crujir las paredes, el movimiento que rompe cristales, el movimiento de una nube de tormenta.
Otras veces son movimientos a penas imperceptibles que no muestran una intención firme por temor a dar el primer paso, por el susto de la vulnerabilidad. Nos hacen llorar de tristeza o de rabia ¿quién sabe? Quizá el freno de la impotencia . Es el movimiento de los invisibles, de los caracoles ocultos en matorrales, el movimiento leve de una nube silenciosa.
Son movimientos que uno evidencia cuando tiene miedo... Y cuando uno tiene miedo se pierde tantas cosas...
Sigue eligiendo el ritmo de tu movimiento. Elige la dirección y lo que quieres mover en tu camino.
¡Sigue vivo!
"El miedo tiene que estar a nuestro lado para aconsejarnos, pero nunca detrás nuestra para empujarnos a hacer las cosas temerariamente, ni delante de nosotros nuestra impidiéndonos avanzar hacia donde deseemos ir". (Tomado del blog otraverdad)
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