Algo extraordinario es encontrarte en mi camino
y reflejarme en tu mirada.
Algo extraordinario es seguirte los pasos
y descubrirte sin espadas.
Algo extraordinario es olvidarme del abismo
si lo que siento son alas.
Y pisar firme y no rendirme
a la noche helada.
Y esperar.
Y esperar.
Y esperar.
Y esperar.
Y esperar.
Y esperar.
Esperar a que llegue mañana.
Y, mientras llega el mañana,
de mi piel brotan palabras
enredadas en un hilo,
atrapadas en maraña.
Y me tengo que poner
una a una, a desatarlas
por si olvido lo que siento
por si encuentro lo que falta.
El vacío se va llenando.
Escribo sin pensarlas,
sólo oírlas, recibirlas y anotarlas.
Mi sospecha se ha cumplido,
mi creencia no defrauda,
que todo lo vertido
llegó de hebra ensartada.
llegó de hebra ensartada.
Mi letra ni finge, ni engaña.
He vuelto decidida
a buscar la sombra dormida
que sembré en el escenario.
¡Canta la Semilla!
y esto...
¡¡¡ES EXTRAORDINARIO!!!
Dedicado a D.
Dedicado a D.
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